Para los niños de 2 a 3 años se avecina uno de los cambios más importantes de su vida: decir adiós al pañal. El proceso de retirar el pañal tiene mucho de desafío, tanto para ellos como para los padres, que tendrán que armarse de paciencia, además de una infinidad de mudas.
Dejar el pañal es uno de los aprendizajes más complejos para los niños. Está condicionado por las circunstancias socio emocionales y ambientales, incluyendo la actitud de los adultos y el propio deseo infantil de iniciarlo.
¿Hay una edad fija para quitar el pañal?
No, no la hay. Depende del desarrollo psicomotor del niño. Los hay que tardan más que otros y eso no significa que tengan un problema. Será él quien demuestre que está preparado. No hay que presionarle.
Si se suele elegir esta época del año es por tres razones: 1) empieza el buen tiempo (menos riesgos de resfriados si se hace pis encima y ante los numerosos cambios de ropa) 2) es el último trimestre escolar, compartir esfuerzos con la escuela ayuda a facilitar el proceso y 3) al curso siguiente deben entrar al colegio sin pañales.
Señales de que está preparado para dejar el pañal:
- Empieza a mostrar interés por el pipí y la caca, el wc o cuando alguien de la casa hace uso de él.
- Identifica cuando se ha hecho pipí o caca.
- Empieza a molestarle el pañal y tener que cambiarse.
- En algunos cambios el pañal está seco.
Cómo abordar la retirada del pañal:
- Comprensión: Hay que tener en cuenta que el niño no conoce otra realidad que la de llevar consigo el pañal. Es como una parte de él, sobre todo lo de dentro, por lo que dejarlo atrás no es solo un gran paso, es además algo difícil de comprender. Desprenderse de esa parte de él, sin saber muy bien a dónde va (solo que baja por un agujero y desaparece) es muy confuso para el niño. Los padres tienen que enseñarle qué ocurre al tirar de la cisterna y demostrarle que no pasa nada. Despedirse de la caca (¡¡Adiós, caca!!) sirve para quitar hierro al asunto. Es normal que se estriñan.
- Respeto: Nunca hay que imponer avances, el niño será el que marque el ritmo. Hay que alabar los avances, mostrando nuestra alegría, felicitándole. En ningún caso, jamás, reñirle los retrocesos o ridiculizarle.
- Constancia: Se suele recomendar que una vez se haya iniciado el proceso de retirar el pañal no haya vuelta atrás. Esto es: no andar poniéndoselo y quitándoselo en función, por ejemplo, de los planes que tengamos para el fin de semana, porque el niño se puede hacer un lío. Hay quien, no obstante, disiente de esto, porque considera que no hay que hacer pasar al niño por el mal trago de hacerse sus necesidades encima en alguna situación comprometida.
Pasos para quitar el pañal:
- Comenzar mostrándole el orinal, dejar que lo observe, lo manipule, lo conozca y lo acepte. Una buena idea es ir a comprarlo con él, para que sea el niño quien lo elija. Quizás prefiera directamente un adaptador para el wc. No insistir.
- Invitarle a que se siente, hacerlo sin prisas, en pequeños espacios de tiempo y aunque el orinal esté vacío, felicitarle por haberlo intentado. Llegará un momento en que el niño haga pis en el orinal y empiece a interiorizarlo y a establecer relaciones.
- Enseñarle con el ejemplo: que vea como hacen sus necesidades otros miembros de la familia le puede animar a hacerlo también.
- Establecer una rutina diaria: al principio ofrecerle sentarse cada 30 minutos, insistiendo en ello (si está jugando difícilmente querrá dejarlo para ir al baño) con firmeza, pero con cariño. Debemos enseñarle a escuchar las señales de su cuerpo. Es bueno asociarlo a determinados momentos: antes y después de comer, antes del baño, antes de salir…
- Hasta que no controle bien, las noches y las siestas con pañal.
- Al principio es muy útil el pañal braguita (pull-ups), que el niño podrá bajarse solo. Los hay que se abrochan como un pañal y que son muy prácticos a la hora de cambiarle, para no tener que quitarle toda la ropa.
- Cuando el control se haya afianzado se sustituirá el pañal braguita por bragas o calzoncillos. Debéis de proveeros de un sinfín de ellos, al igual que de pantalones cómodos de subir y bajar. Adiós a los bodys y los petos. El calzado fácil de abrochar (velcro o cremalleras) os ayudará en los muchos cambios que tendréis que hacer. Porque, asumámoslo, se harán varias veces pipí o caca y habrá que cambiarlos, fregar el suelo…
Algunos tips a la hora de quitar el pañal:
- Adaptar el cuarto de baño al niño para que se sienta seguro, de acuerdo con el Método Montessori. Ya di unas pistas sobre los beneficios de los entornos adaptados Montessori y cómo hacerlo fácilmente en casa. Reservar un espacio en el aseo para que el niño tenga todo a su alcance es una manera de fomentar su autonomía: toallas, jabón, papel higiénico o toallitas, ropa de repuesto… todo lo que se os ocurra que pueda necesitar.
- Premiarle con una pegatina cada vez que lo consiga. Hay que lograr que el niño vea el cambio como algo positivo, que se sienta mayor, cada vez más autónomo.
- Lucía mi pediatra recomienda hacer un “mural de las cacas”. Dice que les resulta muy estimulante, además de dar otros valiosos consejos para retirar el pañal.
- Comprar cuentos sobre el tema: ¿Puedo mirar tu pañal?, Edu ya no quiere llevar pañales, El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza… son algunos de los más conocidos y recomendados.
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