Estos seis vestidos de novia míticos que rompieron moldes por una razón: porque la novia se atrevió a vestir ese día como le dio la gana. Y quizás sea por eso, por esa actitud de su portadora que han pasado a la historia. Hablamos de vestidos de hace décadas y recientes que aún son tendencia, lo importante es la libertad y la personalidad de la novia que los vistió. Eso es el verdadero estilo.
El vestido de la novia es una de las cosas que más atrae la atención en la celebración. Por ello, la novia que se aventura a organizar una boda siente sobre sus hombros toda la presión. Presión por vestirse de una determinada manera, muchas veces para satisfacer las expectativas de otros. Presión porque el hallazgo del vestido sea un momento mágico con el que habrás tenido que soñar durante toda tu vida.
Por suerte, hoy en día hay muchas opciones en cuanto a vestidos de novia. Incluso puedes elegir no vestirte con uno, si no es lo que te apetece o lo que sientes que mejor encaja con tu forma de ser. Existen vestidos de novia de colores más allá del blanco, vestidos de novia cortos, con pantalones… Un abanico que ha ido creciendo gracias a mujeres nada convencionales que optaron por algo diferente.
1. Bianca Jagger.
El traje que vistió Bianca Pérez-Moro Macías en su boda con Mick Jagger es un clásico entre los clásicos. Compuesto por una chaqueta de esmoquin de profundo escote (y nada debajo) y una falda larga de seda cortada al bies, diseño de Yves Saint-Laurent, tocado con una teatral pamela, es la quintaesencia del glam de los 70. Más aún, del chic nupcial en general. Un modelo con el que la estrella de Studio 54 hizo historia aquel 13 de mayo de 1971 en Saint Tropez en que contrajo nupcias con un Jagger vestido de verde por el mismo diseñador y en zapatillas.
2. Audrey Hepburn.
Para su segunda boda la actriz repitió con Givenchy, pero no con el corte princesa. Optó en su lugar por un minivestido de manga larga en rosa pálido, combinado con medias y bailarinas blancas. No hay nada que represente más el estilo de la actriz y de los sweet sixties.
3. Karolyn Bessette.
Publicista de Calvin Klein, su estilo era epítome del minimalismo de los 90. Su vestido de novia, diseño de Narciso Rodríguez, es de los que marcan una época. Bessette se casó con JFK Jr. con un sencillo vestido lencero de crepé de seda cortado al bies, que se recuerda como un verdadero icono de la elegancia minimalista. Hoy está más de actualidad que nunca.
4. Ellen DeGeneres.
La presentadora se casó con la actriz Portia de Rossi en 2008 vestida con un pantalón, un chaleco y una camisa de Zac Posen. Es la prueba de que no hay porqué ponerse un vestido para casarse. Su estilo andrógino es la perfecta inspiración para las novias que no quieren renunciar a su imagen personal ni disfrazarse el día de su boda.
5. Kate Moss.
La modelo Kate Moss sentó cátedra con su vestido de novia diseñado por John Galliano, inspirado en el estilo de los felices años 20. Más largo de lo que vestían las starlettes de Scott Fitzgerald, pero al igual trascendente para la moda. Romántico y de aires vintage, con caída gracias al corte al bies, strass y pailettes color oro, desde 2011 en que se celebró el enlace sigue marcando tendencia y haciendo suspirar a novias en todo el mundo.
6. Oliva Palermo.
En 2015, la it girl neoyorquina dio un golpe de efecto con su diseño nupcial. Una falda larga de tul con franjas de seda y satén sobre unos shorts color crema, todo de Carolina Herrera. Encima un delicado jersey de cachemir, que es el último grito en moda para novias. No hay más que ver la colección 2019 de la solicitadísima diseñadora francesa Laure de Sagazan. Hoy, los vestidos de novia de dos piezas son el último grito en moda nupcial.