Celebrar un bautizo civil o una comunión laica son opciones que empiezan a verse cada vez más. ¿En qué consisten? ¿Cómo se organizan? Hoy vamos a responder a algunas de las dudas que generan estas nuevas celebraciones, creadas a modo de sustitución de los ritos religiosos.
Bautizo civil
El bautizo civil o bautizo laico, también conocido como Ceremonia de Acogimiento civil, de Imposición de nombre o de Otorgamiento de ciudadanía, celebra el ingreso del niño en sociedad. Está destinado a niños de entre 0 y 6 años. Los padres deben dirigirse al Ayuntamiento que corresponda y presentar el justificante del empadronamiento de su hijo en el municipio de la ceremonia o en su defecto el certificado de nacimiento. Hay que tener en cuenta que conlleva pagar unas tasas.
No es un trámite tan instaurado como el matrimonio civil, pero básicamente un bautizo laico consiste en la lectura por parte del oficiante de la ceremonia de diversos artículos de la Declaración de Derechos del Niño de Naciones Unidas o de la Constitución Española. La familia puede intervenir y leer sus mensajes. Digamos que es una manera algo formal de presentar al niño en sociedad, de acuerdo a valores laicos.
Los padres o tutores y los padrinos se comprometen a defender los derechos del niño y, al final, a este se le entrega la carta de ciudadanía. Según el ayuntamiento, puede que también un regalo conmemorativo. El bautizo laico se celebra sobre todo en Francia, pues su origen se remonta a la Revolución Francesa, en Inglaterra y en España. El primer bautizo civil en nuestro país se celebró en Igualada (Barcelona) en 2004.
Comunión laica
Hay quien piensa que la comunión civil o laica es innecesaria, un capricho. Como todo, dependerá de cada cual, pero lo cierto es que puede ocurrir que niños que no reciben una educación religiosa se sientan marginados de sus compañeros que sí celebran la Primera Comunión. Asisten a la fiesta de sus amigos y piden la propia. Entonces lo padres acaban buscando una alternativa a la comunión.
Cualquier familia puede organizar su propia fiesta, sin misa previa. En el próximo post os daré algunos consejos sobre cómo organizar una fiesta infantil. Sin embargo, hay familias que quieren solemnizar el acto. De ahí la demanda de algunos padres a los ayuntamientos de una ceremonia laica equivalente a la religiosa. ¿Qué se celebra? El paso de la infancia a la preadolescencia, que es un rito presente en muchas sociedades, en ocasiones desde antiguo.
El protocolo a la hora de celebrar un bautizo o una comunión civil es más libre y está menos sujeto a la tradición. Lo normal es invitar a familia y amigos, seguramente los mismos que habrán acudido al baby shower. La celebración puede ser en el lugar que prefiráis, ya sea un restaurante o un espacio más distendido al aire libre, donde montar un picnic, o en un parque de actividades infantil. Las invitaciones y recordatorios pueden ser más creativos en tanto que no hay necesidad de incluir símbolos religiosos. Se puede elegir un tema y coordinar la decoración y los detalles, haciendo partícipe al niño, en el caso de la comunión laica, como ceremonia de iniciación, dejando que imagine su propia fiesta.
¿Qué os parece? ¿Os animáis? 🙂